Nápoles: Una experiencia religiosa

Nápoles: Una experiencia religiosa

¡Hola de nuevo! Hoy les quiero contar sobre uno de los últimos destinos que conocí y que me parece curioso para recorrer: Nápoles.

Cuando uno habla de Italia, hay ciertas ciudades que resuenan más, que son más populares que otras: Roma, Florencia, Milán, Nápoles. Para los argentinos, sobre todo, esta última suele ser un imperdible. 

Hay algunos hechos mundialmente conocidos sobre los napolitanos que voy a mencionar para sacarlos del medio: son los inventores de la pizza, son muy supersticiosos y creyentes, tienen el fútbol muy arraigado a su cultura, y veneran a Maradona más que los propios argentinos, me atrevería a decir. Prácticamente cualquier video en YouTube o post en internet habla sobre esto. ¿Pero sabemos algo más de esta ciudad?

Algo que me parece muy interesante es que es muy difícil mantener una posición neutral sobre Nápoles. O te gusta o no te gusta, no hay términos medios. Es desordenada, caótica, un poco sucia, ruidosa, y aun así, está llena de personalidad (suena como cuando le queres presentar alguien a un amigo, ¿no?). En mi caso particular, tardé varias semanas en terminar de definir si me había gustado o no visitarla, y es que no es el tipo de ciudad al que estoy habituada. Sin embargo, hoy puedo decir que me parece una ciudad fascinante e imperdible para unas vacaciones en Italia. ¿Por Maradona? Definitivamente no. Aunque sí fue lindo ver cómo lo adoraban y escuchar la historia del porqué. Me ayudó a verlo con otros ojos, al menos por un rato.

Entonces, ¿qué tiene de interesante? ¡Todo! Primero vamos con un poco de contexto y después desarrollamos, ¿sí?

Nápoles es una ciudad bastante sufrida de Italia, fundada por los griegos alrededor del siglo VIII a.C., y luego codiciada por romanos, bizantinos, normandos, suabos, aragoneses y borbones (uff, un montón). Durante siglos fue la ciudad elegida por la aristocracia, que instalaba allí sus residencias, especialmente cuando formaba parte del Reino de las Dos Sicilias y era frecuentada por la corte. Sin embargo, tras la unificación de Italia y el traslado del poder hacia el norte, muchas familias nobles abandonaron la ciudad, lo que la llevó a una etapa de decadencia. Aun así, Nápoles siguió creciendo y transformándose hasta convertirse en la ciudad que es hoy.

Si analizamos en detalle todo lo que les sucedió a lo largo de los años, se entiende que hoy en día sus habitantes sean tan creyentes. Se encuentran altares a vírgenes, santos y difuntos en muchas de sus calles, y (mi dato preferido) cuentan con 56 santos patronos oficiales. Si bien en Italia es muy común que cada pueblo o ciudad tenga un santo patrono, en este caso ¡ellos tienen 56! Y aunque los celebren a todos, hay uno que es el más conocido y venerado: San Gennaro. Voy a tener que hacer un post separado con la historia de San Gennaro, porque me parece un relato increíble, pero por ahora volvamos a lo que nos incumbe hoy…

Antes de hablar de las cosas que se pueden hacer y ver en Nápoles, voy a aclarar que yo solo tuve la posibilidad de estar dos días, por lo que no llegué a ver todo, pero si ustedes tienen más días para dedicarle, van a poder aprovecharla mucho más.


Catacumbas de San Gennaro:

Fue una experiencia muy entretenida. Las catacumbas son antiguos cementerios e iglesias, ocultos bajo la ciudad actual, y cuentan con varios pasadizos para recorrer. Los guías del tour son miembros de la organización que ayudó a restaurarlas y reabrirlas al público, por lo que a medida que te van explicando la historia, te das cuenta de que lo hacen con una pasión y una conciencia que no siempre se ve. Es una linda experiencia para hacer si estás poco tiempo en la ciudad, ya que no es muy larga, pero sí muy interesante.

Napoli Sotterranea:
Nosotros no la hicimos, pero nos dijeron que es una gran experiencia. Son túneles subterráneos usados como refugios durante la Segunda Guerra Mundial. Eso sí, no es para claustrofóbicos: los túneles son angostos y hay que recorrer varios metros sin salida (este fue el motivo por el cual no los conocimos)

Basílica dell’Incoronata Madre del Buon Consiglio:
Una de las iglesias que más me gustaron hasta ahora (y vivo en Italia, así que no vi pocas). Fue construida entre 1920 y 1960, por lo que es bastante nueva, y es conocida como la «Pequeña San Pedro», ya que se inspiraron en la Basílica de San Pedro en Roma para construirla, aunque en una escala menor. Se destaca por su fachada, pero su interior también es hermoso, ya que cuenta con numerosas obras de arte rescatadas de otras iglesias napolitanas cerradas o dañadas. Realmente la considero un imperdible en la ciudad.

Catedral de Nápoles:
Es el corazón espiritual de la ciudad. Está dedicada a San Gennaro, y es en donde se celebra el famoso milagro de la licuefacción de su sangre tres veces al año (ya les voy a contar más de esto, como les prometí). Nosotros no la llegamos a visitar, pero si tienen la oportunidad, no duden en ir. 

Quartieri Spagnoli:

Es un barrio tan caótico como pintoresco. Lleno de ropa colgada en los balcones, murales (acá está el de Maradona), motos que pasan al lado tuyo y bares con mesas en la calle. Fue un barrio “peligroso” durante años, pero hoy es un lugar turístico.

Vía Toledo:
Esta es la calle comercial principal de Nápoles. Hay locales de ropa, zapaterías, perfumerías, cafeterías y heladerías. Es muy linda para pasear tanto de día como de noche.

Palacio Real de Caserta (Reggia di Caserta):
A solo 40 minutos de Nápoles se encuentra uno de los palacios más hermosos de la zona. Inspirado en el Palacio de Versalles, es considerada la residencia real más grande del mundo (en volumen), ya que no solo cuenta con 1.200 habitaciones, sino también con jardines de aproximadamente tres kilómetros, ideales para pasear durante el día. El edificio es impresionante, pero sus exteriores son una locura. Googleenlo si no me creen 😉

Pompeya:
Si bien está a 30 minutos de Nápoles en tren, Pompeya es una ciudad que quedó congelada en el tiempo tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Nosotros no tuvimos tiempo de ir, pero nos contaron que al pasear por sus calles se siente como viajar en el tiempo: casas, mosaicos, teatros… todo sigue como lo dejaron sus habitantes al momento de la tragedia. Definitivamente sigue en mi lista de pendientes.


Ahora que ya mencionamos las principales atracciones turísticas de la ciudad, creo que podemos pasar a nuestro último ítem (redobles de tambor, por favor): la comida.

La comida en Nápoles es casi una experiencia religiosa. No solo son los creadores de la mejor pizza de Italia, sino que también tienen otros platos típicos que vale la pena probar. Hay pizzerías muy famosas y reconocidas a las que pueden ir, como “L’Antica Pizzeria Da Michele”, “Sorbillo” y “Starita”, pero la verdad es que donde sea que paren a comer, es muy difícil que salga mal. Para mi, lo mejor es pasear tranquilo y ver en donde les llama más la atención para sentarse a comer, o comprar algo al paso y seguir recorriendo.

En cuanto a lo dulce, los napolitanos tienen dos clásicos: el babà y la sfogliatella. Si bien los pueden probar en prácticamente cualquier puesto o pasticceria, “Sfogliatella Mary” y “Scaturchio” son los lugares más conocidos para esto. 

Tengo que ser honesta (como siempre) y decir que no me gusta ninguno de los dos. El babà te lo sirven en una especie de canastita con mucho ron, y es demasiado fuerte para mí, y la sfogliatella es muy parecida al aragostino (otro dulce clásico italiano), pero con un relleno más pastoso, y cuando la probé ni pude terminarla, pero como dicen: sobre gustos…

Bueno, creo que hasta acá llegamos por hoy. En una próxima entrada les voy a contar la historia de San Gennaro, que me pareció fascinante. Pero antes de despedirme, déjenme decirles que si bien Nápoles no entró en mi top 5 de ciudades, realmente me pareció un lugar pintoresco y entretenido para visitar por unos días o un fin de semana.¡Espero que les haya gustado la publicación de hoy, y nos leemos en la siguiente!
Gracias…

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Rottnest Island: Una escapada perfecta

Rottnest Island: Una escapada perfecta

Seguramente ya sintieron nombrar, al menos una vez, el destino del que les voy a hablar hoy. Y es que en instagram abundan las fotos de los famosos “quokkas” o de gente andando en bicicleta alrededor de Rottnest Island. Pero la isla tiene mucho más que ofrecer que esos tiernos animalitos, por lo que hoy les voy a contar un poco acerca de ella. 

Para que tengan un poco de contexto: el nombre original de la isla es “’t Eylandt ‘t Rottenest”, que significa literalmente “nido de ratas”, y esto se debe a que el capitán Neerlandés que la nombró, confundió a los quokkas con ratas gigantes (aunque sinceramente se parecen bastante). La isla había estado deshabitada por miles de años, hasta después del 1800 cuando se comenzó a utilizar como prisión para reclusos aborígenes. 

Hoy en día está declarada como reserva natural y es uno de los destinos turísticos más populares de la ciudad de Perth, ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Para llegar, solo basta tomarse un ferry desde el centro y viajar una hora, o media hora desde Fremantle y ¡listo! ya se encuentran en el paraíso. 

La realidad es que quise hacer un “10 cosas para hacer en Rottnest Island” y no pude. Y no porque la isla no tenga más de diez cosas para ofrecer, sino porque yo solo pasé un día y una noche en ella, y no puedo mentir y hablarles de las aventuras en sus cuevas, los paseos en kayak, en paddleboard, o de recorrer su periferia en velero, porque no lo viví. Pero si les puedo contar sobre todo lo que yo disfrute al estar ahí.

Por lo que vamos con las 5 cosas que recomiendo no perderse en Rottnest Island:

1. Pasear en bicicleta: Rottnest tiene una extensión de solo 19 km²; caminos bien señalizados y paisajes únicos, por lo que es ideal para recorrer en bicicleta. Se puede ir paseando y visitando los principales puntos turísticos de la isla, ya que todos cuentan con lugares para dejar las bicis y descansar un poco. No son caminos muy empinados o difíciles, por lo que es apto para todo público (incluso si no son muy atléticos). 

2. Explorar las playas: Hay playas hermosas como Pinky Beach, The Basin o Little Parakeet Bay para nadar y relajarse en las arenas blancas. El contraste con las aguas turquesas es alucinante, y dependiendo del lado de la isla en el que se encuentren, hay playas en las que prácticamente no hay nada de viento, y que lo hace ideal para pasar el día bajo el sol y descansar. 

3. Conocer a los Quokkas: Definitivamente este es EL imperdible mayor. Estos animales nativos son muy amigables y siempre están sonriendo, ya que es su modo de regular su temperatura corporal ¿Curioso, no? Si bien la isla está llena de quokkas, a veces son un poco difíciles de encontrar, pero solo basta esperar a que baje un poco el sol, para verlos recorriendo todo el lugar en busca de alimentos, y acercarse para tener el famoso recuerdo fotográfico de la isla. 

4. Visitar el Garden Lake:

De día es un lugar muy lindo para ver, pero ¿de noche? Literalmente se convierte en un lugar de cuento, cuando con el reflejo de la luna el lago se torna un espejo y se puede ver el cielo dos veces. Yo quedé fascinada con esa visión.

5. Ver el atardecer en Longreach Bay: Este lugar me lo recomendó una conocida que había estado viviendo y trabajando en la isla durante varios meses, y se los comparto porque acá fue donde vi el mejor atardecer de mi vida. La playa es tranquila, e ideal para relajarse al final de un largo día pedaleando, y ver un sunset inolvidable. 

Como les mencioné antes, hay muchas más cosas que se pueden hacer para disfrutar de esta pequeña isla, por lo que no duden en buscar más información si están pensando en visitarla. En las páginas oficiales pueden encontrar mapas, sugerencias, y distintas actividades o tours para contratar. 

En mi opinión, con dos o tres días en la isla es más que suficiente para explorar y disfrutarla por completo. Tengan en cuenta que al ser tan pequeña, no hay muchas opciones de alojamiento, por lo que les recomiendo que busquen y reserven con anticipación, para poder conseguir lugar en las fechas que quieran ir. Yo viaje a fines de septiembre, y si bien recién estaba empezando la primavera, el clima estaba ideal para poder recorrer y pasear, sin sentir un calor abrasador, pero permitiendo meterse al mar y disfrutar de la playa también. 

¿Les gustaría conocer la isla? ¿Y a los quokkas? No se olviden de dejarme sus me gusta y sus comentarios más abajo. Se que la entrada de hoy fue un poco más corta de lo habitual, ¡pero espero que la hayan disfrutado! 

¡Nos leemos en la siguiente publicación!

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10 cosas para hacer en Exmouth

10 cosas para hacer en Exmouth

¡Hola, hola! Siguiendo con la temática de la semana anterior, hoy les traigo una entrada más acerca de la hermosa ciudad de Exmouth, y la segunda publicación de esta divertida sección “10 cosas para hacer…”. ¿Arrancamos?

Primero, un poco de contexto: Exmouth es una pequeña localidad ubicada en la costa noroeste de Western Australia, en la península de North West Cape. Fue fundada en 1967, originalmente para apoyar una base de comunicaciones militares, como parte de una colaboración entre el gobierno australiano y los Estados Unidos durante la guerra fría. Hoy en día, sin embargo, es la puerta de entrada al Parque Marino de Ningaloo, hogar de uno de los arrecifes de coral más grandes y accesibles del mundo.

A pesar de su tamaño pequeño, Exmouth cuenta con una comunidad llena de vida y recibe a turistas de todo el mundo, atraídos por la gran variedad de actividades al aire libre que ofrece. Ya vimos algunas la semana pasada, ¿se acuerdan?

Entonces, ¿qué ofrece? La lista de posibilidades es infinita, pero yo les voy a nombrar las 10 cosas que (para mi) no pueden dejar de hacer en Exmouth: 

1. Turquoise Bay: 

No se puede hablar de Exmouth sin hablar de Turquoise Bay. Ubicada dentro del parque nacional Cape Range, es considerada una de las playas más hermosas del mundo (la número 6 en el ranking de este año), y es la playa perfecta para ir a pasar un día entero a las orillas del mar más turquesa que van a ver en sus vidas, no por nada se llama así. 

Además, es ideal para hacer snorkel, ya que se pueden ver variedad de peces y corales en el Arrecife de Ningaloo, a pocos metros de la orilla. Realmente es una experiencia que no se pueden perder. 

2. Charles Knife Canyon:

El Charles Knife Canyon ofrece impresionantes vistas de acantilados y formaciones rocosas. Se puede ir a recorrer en cualquier momento del día, y caminar por los distintos senderos que ofrece.

Pero si buscan una experiencia mágica, les recomiendo ir al amanecer. Todo el cañón se transforma, y se ilumina de naranja, convirtiéndolo en un espectáculo digno de admirar.

Definitivamente es un imperdible para hacer en la ciudad, si me preguntan.

3. Pebble Beach:

Esta playa está ubicada sobre el lado oeste de la ciudad, y si bien no es una de las más hermosas de la ciudad, es el lugar perfecto para recorrer por la tarde. 

Lo que lo hace tan especial, es que aunque no se puede ver el típico atardecer con el sol cayendo sobre el horizonte, el cielo se tiñe de tonos rosados y naranjas, y debido a que el suelo de esta playa está cubierto de piedras de estas tonalidades también, se forma un paisaje único, en el que el mundo se torna rosa por unos momentos, creando una atmósfera mágica. 

4. Vlamingh Head Lighthouse:

El Vlamingh Head Lighthouse es el lugar más icónico en Exmouth para ver el atardecer sobre el océano Índico, y no, no todo se trata de ver atardeceres y amaneceres, pero son lindas experiencias, no me digan que no. Desde este punto alto, se puede disfrutar de vistas panorámicas del océano y durante los meses de junio a noviembre, se llegan a ver ballenas jorobadas durante su migración. 

Es una experiencia muy tranquila y popular. Después de las seis de la tarde, el camino hacia el faro se suele llenar de autos y caravanas, la gente sube con sus sillas y lonas y se sienta en los alrededores para poder disfrutar de estas vistas. Si están de visita, no se lo pueden perder. 

5. Whalesharks Tour:

Entre marzo y julio, Exmouth es el lugar ideal para nadar con los tiburones ballena, los peces más grandes del mundo. Varias empresas locales ofrecen tours que te permiten acercarte a estos gigantes mientras se alimentan cerca del arrecife de Ningaloo. Es una experiencia segura y controlada inolvidable. 

Si bien el tour no suele ser muy económico, realmente es una de las mejores experiencias de este lugar. Además,también se pueden ver otros animales marinos tales como, tortugas, distintos peces, tiburones de arrecife y tal vez hasta mantarrayas. Realmente es una experiencia imperdible.

6. Dunes Beach y Wobiri Beach:

Esta ciudad es un muy buen lugar para iniciarse en casi todas las actividades acuáticas: snorkel, scubadiving, pesca, y por supuesto surf. 

Dunes Beach es la playa favorita entre los surfistas por sus olas consistentes, mientras que Wobiri Beach, ubicada cerca, es la playa perfecta para principiantes que quieren aprender a surfear en aguas más tranquilas. 

Eso sí, la mejor época para surfear acá es de mayo a septiembre, cuando las olas son grandes y el viento es favorable.

7. Migración de ballenas:

De junio a noviembre, las ballenas jorobadas migran a lo largo de la costa de Ningaloo. Si bien se pueden ver desde la playa, o desde el Faro de Vlamingh Head, una de las mejores experiencias que pueden tener es verlas directamente dentro del océano, desde un bote. 

Las ballenas jorobadas son conocidas por sus impresionantes saltos y su comportamiento juguetón, por lo que realmente es una experiencia inolvidable poder verlas de cerca. Generalmente, hasta se acercan a curiosear cuando ven un barco, y sacan sus aletas para saludar. ¡Es imperdible!

8. Oyster Stacks:

Oyster Stacks es uno de los mejores puntos de snorkel en el Arrecife de Ningaloo, pero requiere algo de experiencia, ya que solo se puede hacer snorkel aquí con marea alta. Entre abril y octubre, se puede ver una gran variedad de vida marina, incluidos corales, peces y tortuga.

Si prefieren algo más tranquilo, hay otros puntos de la ciudad que pueden recorrer para hacer snorkel como: Lakeside, Bundegi Beach, Sandy Bay, y por supuesto la ya nombrada Turquoise Bay. 

9. Sandy Bay:

Sandy Bay es la playa perfecta para relajarse o disfrutar de deportes acuáticos como el paddleboard y el kitesurf gracias a sus aguas tranquilas y poco profundas. 

Ubicada dentro del parque nacional Cape Range, está un poco más alejada que otras playas, lo que la convierte en un lugar menos concurrido y más tranquilo, ideal para familias o para quienes solo buscan relajarse en un día de calma junto al mar. 

Realmente todas las playas dentro del parque nacional son hermosas, pero Sandy Bay es de mis preferidas. 

10. Yardie Creek George:

Yardie Creek Gorge es una impresionante garganta (grieta) situada dentro del parque nacional Cape Range. Una de las mejores maneras de explorarla es haciendo una caminata a lo largo de su borde, ya que se puede disfrutar de las vistas panorámicas del cañón y el arroyo. 

También se puede hacer un tour en barco por el arroyo, lo que permite observar de cerca las formaciones rocosas, pero al recorrerlo caminando, se puede no solo apreciar el paisaje, sino también encontrar wallabies de patas negras saltando entre las rocas y ver distintas aves y animales en su hábitat natural. 

La mejor época para hacer la caminata es en los meses más frescos, de mayo a septiembre, ya que las temperaturas son más agradables para explorar el parque. 


Increíble, ¿no? Y les prometo que solo elegí algunas. ¿Ustedes estuvieron en Exmouth, o les gustaría ir? ¿Agregarían alguna actividad a la lista? 

Si quieren más información acerca de la ciudad o las actividades que se pueden realizar, pueden visitar el sitio de la ciudad o la página oficial del Ningaloo Visitor Center.

Como siempre: ¡No se olviden de dejarme que les pareció la guía en comentarios! ¡Gracias por leer! y nos leemos en la siguiente publicación…

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10 cosas para hacer en Sydney

10 cosas para hacer en Sydney

¡Bienvenidos otra vez! En esta publicación voy a inaugurar una nueva sección: 10 cosas para hacer… 

Y en esta primera entrada, de mi increíble y novedosa idea (sabemos que no), les traigo las diez cosas que, para mí, no se pueden perder de hacer en Sydney.  Teniendo en cuenta que es una ciudad de más de 12.000 km2 y una de las más grandes de Australia, lo voy a hacer más fácil y les voy a mencionar solamente los diez lugares que (para mi) no pueden dejar de recorrer en esta ciudad. 

Pero antes de empezar, vamos con un poco de contexto: Sydney es una ciudad ubicada en la parte sudeste de Australia, y es la capital del estado de New South Wales (Nueva Gales del Sur). Es la ciudad más grande y poblada del continente, y  también es una de las 15 ciudades más visitadas del mundo, o esto al menos es lo que dice Google. Antiguamente la ciudad era una colonia penitenciaria británica, sin embargo hoy es el centro financiero del país y el punto más común de llegada para todos los inmigrantes y turistas que lo visitan. Y aunque suene sorprendente, no es la capital del mismo. 

Ahora, volviendo a lo que les prometí…

10 cosas para hacer en Sydney:

1. Opera House: 

Si hablamos de Sydney no podemos dejar de mencionar al Opera House, uno de los edificios más icónicos del mundo y un símbolo inconfundible de Australia. ¿Quién no vio por la tele o en un video el show de fuegos artificiales de año nuevo, con este famoso edificio delante? 

Esta Ópera es un centro cultural donde se realizan más de 1,500 eventos cada año, incluyendo ballets, conciertos de música clásica, teatro y espectáculos contemporáneos. Pero incluso si no les interesa ir a disfrutar de un espectáculo, se puede hacer un recorrido guiado por el edificio para poder conocerlo por dentro, o simplemente sentarse afuera, en sus escaleras, a disfrutar de las vistas del puerto y la ciudad. 

2. Harbour Bridge:

El Sydney Harbour Bridge es otro ícono de Sídney, y es uno de los puentes de arco de acero más grandes del mundo. Une el centro de Sídney con el distrito norte de la ciudad y para cruzarlo hay cuatro opciones: en auto o en bici, por supuesto.

Pero también se puede cruzar caminando por la pasarela peatonal, la cual es una de las experiencias más recomendadas, ya que ofrece vistas panorámicas inigualables de la Ópera de Sídney, el puerto y los rascacielos de la ciudad (y es gratis).

Y a su vez existe una experiencia llamada “BridgeClimb”, que es una actividad en la que, equipados con arneses de seguridad, se puede subir por la estructura del puente hasta la cima, y se puede disfrutar de una vista impresionante de 360 grados. Esta actividad es bastante famosa y se ofrece tanto de día como de noche, con cada horario ofreciendo su propio encanto.

3. Museo de Arte Contemporáneo:

Este museo es uno de los principales centros de arte moderno y contemporáneo de Australia. Se encuentra en el barrio de The Rocks, y además de sus colecciones de arte, ofrece vistas impresionantes del puerto y del Opera House. Si les interesa el arte, realmente es un museo muy interesante para recorrer, ya que tiene una amplia colección de arte contemporáneo australiano, y varias muestras de obras de artistas indígenas. Además, en la terraza del museo hay un café en donde se puede disfrutar de las vistas del puerto. Es un gran plan para un día lluvioso en la ciudad. 

4. Darling Harbour:

Darling Harbour es una de las zonas más populares de Sídney. Está ubicada cerca del centro de la ciudad, y es famosa por sus restaurantes, bares y cafeterías que bordean el paseo marítimo, ofreciendo una gran variedad de opciones gastronómicas con vistas al agua.

Durante la noche los fines de semana, suele haber un espectáculo de luces y agua que es hermoso para disfrutar.

Acá también podemos encontrar distintos museos y un acuario, así como también un jardín chino de la amistad y uno de los parques infantiles más grandes de Sydney. Todos estos lugares y espacios comunes diversos, explican porque Darling Harbour es uno de los destinos más turísticos de la ciudad. 

5. Bondi Beach:

Bondi Beach es una de las playas más famosas de Australia y es un lugar popular tanto para locales como para turistas, por lo que no podía no mencionarla. La playa es hermosa y es el lugar ideal para nadar, surfear o simplemente relajarse al sol.

Además, cuenta con varios cafés y restaurantes en su costa, por lo que se puede ir a comer o tomar algo mientras se disfruta de las vistas de la playa. 

6. Palm Beach:

Situada al norte de Sídney, es una de las playas más exclusivas y pintorescas de la región y es famosa por sus aguas cristalinas y su ambiente relajado. Lo que la hace el destino ideal para pasar un día de relax, alejados de la ciudad. 

Lo destacable de este destino es que se puede hacer una caminata hasta el faro de Barrenjoey (no sin esfuerzo, ya que hay que subir muchas escaleras), para disfrutar de una de las vistas más icónicas de la ciudad, donde se puede ver el contraste entre la playa abierta al océano, con las olas que rompen en la orilla, y el otro lado más calmado de Pittwater.

7. Caminata de Bondi a Coogee:

Es una de las rutas costeras más pintorescas de Sídney, y una actividad imperdible si les gusta la naturaleza y el aire libre. Es un sendero de seis kilómetros que sigue la línea de la costa desde la famosa Bondi Beach hasta Coogee Beach, pasando por varios otros puntos conocidos como Tamarama, Bronte y Clovelly. A lo largo del camino, se pueden ver distintos acantilados rocosos y playas escondidas. 

Esta caminata dura de dos a tres horas en total, y es apta para todos, exceptuando gente en silla de ruedas, ya que el sendero no está adaptado. 

8. Caminata de Rose Bay Beach a Hornby Lighthouse:

Este trayecto no es tan conocido, sin embargo no por eso es menos increíble. Es un camino costero de aproximadamente 7 km en donde se van a poder encontrar con pequeñas playas, bahías, miradores y unas vistas impresionantes de la ciudad a lo lejos. 

A lo largo del camino hay áreas de picnic y distintos sitios históricos como búnkeres de la Segunda Guerra Mundial y cañones que formaban parte de las defensas costeras de Sídney. Es el paseo ideal para hacer durante un día no muy caluroso, ya que la caminata es larga y no hay mucho resguardo del sol. 

El puente de Parsley Bay (totalmente construido en madera) a mitad de camino y el Faro de Hornby al final son los dos puntos más destacables, a mi parecer, de este recorrido fantástico por las costas de Sydney. 

9. Manly:

Manly es uno de mis destinos preferidos en Sydney, y se puede llegar después de hacer un viaje corto en ferry desde Circular Quay. Este viaje en sí ya es una experiencia, porque ofrece vistas increíbles del puerto de Sídney, el Opera House y el Harbour Bridge. 

Este suburbio tiene varias playas, aunque la principal es Manly Beach, que está rodeada por un paseo marítimo con cafés y restaurantes, lo que la hace el lugar perfecto para pasar el día. Sin embargo, también cuenta con otras playas como Shelly Beach, que es ideal para practicar esnórquel, o Freshwater Beach, donde se puede ir a surfear. 

10. Blue Mountains:

Las Blue Mountains son una región montañosa a unas dos horas de Sídney, conocida por sus formaciones rocosas, valles cubiertos de eucaliptos y cascadas, y es el lugar perfecto para hacer una escapada de la ciudad.

El nombre «Blue Mountains» proviene de la neblina azulada que emanan los árboles de eucalipto y que se puede ver a lo largo del horizonte. 

Las Tres Hermanas, la formación rocosa más conocida de la zona, es uno de los lugares más fotografiados en Australia. Además de ser un destino popular para el senderismo, las Blue Mountains ofrecen una variedad de actividades al aire libre, como escalada en roca, ciclismo de montaña y exploración de cuevas. Si viajan en tren desde Sydney, van a llegar primero a Katoomba, un pueblo encantador en donde van a poder encontrar galerías de arte, cafés y tiendas de antigüedades, lo cual hace que sea la perfecta base para quedarse, si quieren recorrer esta región por un par más de días. 


En mi opinión estas son las 10 cosas imperdibles para hacer en Sydney, ¿Y para ustedes? ¿Qué otros lugares sumarían? ¡Dejenme en comentarios qué les pareció esta guía!

Si quieren más información sobre las actividades, pueden entrar a la página oficial de la ciudad, que ahí pueden encontrar mucha más data: https://www.sydney.com/destinations

Espero que les haya gustado, ¡nos leemos en la siguiente publicación! 

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