
¡Bienvenidos! Qué difícil se me hace poner en palabras todo lo que siento en este momento. No es nada fácil para mí estar escribiendo, sabiendo que alguien más, además de mí, puede leerlo. Cuando surgió la idea de hacer este blog, me entusiasmaba tanto y, al mismo tiempo, me daba tanto miedo que tardé meses en decir en voz alta lo que quería hacer. Pero una vez que logré expresarlo, todo fue fluyendo y fui trabajando poco a poco para animarme a publicar algo de todo lo que escribo.
Y si lo pienso bien, ese siempre fue mi proceso en la toma de decisiones en mi vida. Todavía me acuerdo de ese día de enero cuando, después de un par de meses de estar pensando en la posibilidad de irme, le escribí a una amiga, quien ya vivía en Australia, y le mandé un mensaje pidiéndole información, mientras le decía: «No me lo estoy planteando todavía, pero estoy planteándome la posibilidad de planteármelo».
Plantearme la posibilidad de planteármelo. Así funcioné siempre: meses de analizar mis decisiones sola, para después comunicarlas y ver qué piensa el resto, aunque mi mente ya esté decidida. Con los cambios de carrera, mis mudanzas, mis proyectos y con este blog, el motivo por el cual estoy escribiendo esto, cagada hasta las patas, sabiendo que al menos mis papás lo van a leer (hola ma, hola pa).
Siempre me gustó la idea de viajar, conocer distintos países, paisajes y culturas. Y gracias a Dios, hoy en día tengo la oportunidad de hacerlo y disfrutarlo. Es por eso que quiero empezar este blog, con el propósito de poder, a pesar de la distancia, compartir con ustedes algo de todo lo que aprendí, conocí y viví en este tiempo.
Obvio que no todas las experiencias fueron buenas, pero definitivamente la balanza está inclinada hacia lo positivo. Cada viaje fue único y diferente. Me mostró facetas de la vida y de mí misma que no conocía, y realmente me cambiaron la vida.
Con este blog, no solo quiero relatar mis viajes y experiencias, sino también, tal vez, inspirar a otros a seguir sus propios sueños, a animarse a explorar y a enfrentar sus miedos. Y si no está en sus planes viajar, al menos que lo puedan hacer mentalmente, a la distancia, y saber un poco más sobre algunos lugares que ni siquiera hubieran soñado conocer. Espero poder crear un espacio donde podamos compartir ideas, consejos y reflexiones, y donde encuentren motivación y alegría en cada historia que lean.
De corazón espero que disfruten de leerme, y que, a medida que pase el tiempo, no solo vaya mejorando en mi escritura, sino que también pueda transmitirles lo mucho que me gusta dedicarme a esto.
Por el momento me despido, pero nos veremos pronto. ¡Gracias por leer!

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